El ALGODÓN.
Su cultivo abarcaba todas las regiones cálidas de los inmensos litorales mesoamericanos, así como algunos valles y mesetas, existentes desde el límite norte de esta gran área cultural hasta los confines de la actual República de Guatemala.
Esta fibra vegetal está íntimamente vinculada al desarrollo tecnológico y cultural de nuestro país. Prueba de ello son los resultados de las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en el valle de Tehuacán, en el estado de Puebla, donde en cuevas secas se encontraron fragmentos de algunos capullos de esta planta, asociados con mazorcas de maíz silvestre. El avance que significó descubrir sus bondades, y el logro tecnológico de aprender a prepararlo, hilarlo y posteriormente tejerlo, se conjugaron con el ingenio de aquellos pueblos para dar paso a la creación del telar de cintura. El producto final, las telas así confeccionadas, fueron motivo de admiración en todas las cortes de los reinos europeos en tiempos de la Colonia.
Hace apenas 25 años, el cultivo de coyuche se encontraba sin mayor esfuerzo en algunas regiones de los estados de Colima, Guerrero, tierras bajas de Chiapas, Sierra Norte de Puebla, costas de Oaxaca, costa sur de Veracruz, Yucatán y Campeche. Hoy aquella producción, que de hecho abastecía únicamente el consumo local de sus productores, se ha reducido dramáticamente, y en algunos casos, como la Sierra de Puebla cuyo ejemplo nos consta, podemos asegurar que prácticamente ha desaparecido.
LA INDUSTRIA TEXTIL EN MEXICO.
El sector manufacturero es prioritario para la economía de México, y es también una prioridad común de empresarios y trabajadores.
A mediados de los años 80 México ingresó en una fase de profundas transformaciones en su economía y aparato productivo, destinadas a prepararlo para una nueva forma de inserción en la economía mundial, basada en la apertura comercial y en su integración con el norte del continente. El modelo secundario exportador establecido desde entonces, descansa hoy en un 80% en la manufactura.
La competitividad, entendida como la capacidad de una entidad para penetrar, sostener y expandir su participación en los mercados internos y externos elevando simultáneamente el nivel de vida/bienestar de su población, ha ido disminuyendo desde la década de los ochenta.
A partir de 1994 con la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entre México, Estados Unidos y Canadá la industria textil y del vestido en México ha experimentado una profunda transformación productiva.
La inserción de esta industria a la economía global a través de un proceso de subcontratación internacional de un número creciente de empresas, ha generado un importante dinamismo en el empleo, el producto y las exportaciones del sector en la economía global.
Ha pasado un siglo desde que se inició esta industria en nuestro país, y actualmente representa la cuarta actividad manufacturera en importancia y la primera por su participación en la generación de empleos. Recientemente, a partir de 1994, es una fuente de divisas de gran importancia al convertirse en la segunda rama industrial que más exporta.
La Industria Maquiladora surge en México en el año 1964, tras la suspensión del Programa
Bracero, como parte del Programa Nacional Fronterizo, con el objetivo de resolver una necesidad concreta: dar empleo permanente a los trabajadores temporales (braceros) que cruzaban la frontera para trabajar en los campos agrícolas de Estados Unidos. Cardona (1998).
La industria textil ha experimentado una profunda transformación productiva desde finales de los años ochenta, hasta 1988 esta industria estuvo enfocada principalmente a la producción para el mercado interno, sin embargo, en la última década se ha observado un crecimiento de las exportaciones de esta industria. Pero en los últimos años las exportaciones de la industria Textil-Confección han atravesado por una serie de problemas en los mercados comerciales y sobre todo porque México ha sido desplazado por China como principal proveedor a Estados Unidos.
En los últimos años ha cobrado relativa importancia en las exportaciones textiles totales que realiza México a su principal socio comercial: Estados Unidos; en el 2002 el sector textil representó el tercer lugar como actividad exportadora de la industria manufacturera total. (Bancomext, 2003).
El sector Textil-Confección ha sido fuente de innumerables discusiones de política económica en los últimos años. Sin embargo, los estudios sobre este tema han sido escasos y se han concentrado únicamente en evaluar los cambios ocurridos a partir de la entrada en vigor del TLCAN.
En resumen, el desempeño del sector externo de esta industria no ha sido satisfactorio lo cual expresa su bajo nivel de competitividad internacional.
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